Sinopsis

El afecto es como la luz del mediodía, no necesita la presencia del otro para manifestarse. La separación entre los seres también es ilusoria, puesto que todo está unido en el universo. Esa unión que científicamente se denominan moléculas, todos las llevamos dentro del núcleo de cada una de nuestras células; especialmente en el corazón. Sabemos que todo en el universo se comunica entre sí por medio de vibraciones, cada individuo tiene una vibración diferente y esto se debe a través de las emociones que tenemos por medio de nuestros pensamientos. Cuando somos capaces de elevar nuestra vibración a través de nuestro corazón con tres palabras: “Amando sin condiciones” somos capaces de recordar que todos somos uno y vamos al mismo lugar. Nuestra vibración, nuestros sentimientos y nuestros pensamientos emiten un campo de ondas y este
campo influye en todo nuestro alrededor, transformándolo y conectándonos entre sí.
A lo largo de la vida uno va aprendiendo que aferrarse a las cosas no tiene caso y solo nos causa sufrimiento ya que nada en el mundo es permanente; todo cambia, se descompone, muere y se renueva en otra forma. Es por eso que somos eternos y debemos aprender a compartir lo que estamos administrando temporalmente en esta vida.
Todo es posible en el universo: Nuestros pensamientos crean nuestro destino. Debemos ser congruentes para crear y manifestar esos sueños que anhelamos en nuestro corazón y recordar que nuestro cuerpo es el templo de nuestro espíritu. Al estar conscientes de esto somos capaces de sanarnos ya que este poder esta dentro de nosotros y todos lo tenemos. Solo hay que mirar adentro de nuestro ser para encontrar las respuestas: ¿Quiénes somos? y ¿A dónde vamos? Medita, percibe tu interior, abre los ojos y verás tu grandeza abierta como una flor de loto, entenderás que con tu energía mental todo lo que hagas cambiará el curso de tu vida. El cuerpo físico es temporal y debes de aceptar el proceso de la
vejez; tu “tiempo” en este mundo debe cumplir un determinado “espacio”. El cuerpo se cansa y el espíritu desea trascender. Solo debemos prepararnos recordando que la eternidad esta en nuestro espíritu y se encuentra adentro de nuestro corazón. No tengas miedo de partir y evolucionar a un estado superior de conciencia. Tu viaje aquí no ha terminado, solo escucha la voz de tu corazón; científicamente está comprobado que el corazón tiene neuronas, ¡Podemos pensar con el corazón! Sigue tu intuición, tu instinto y confía en las virtudes de tu corazón, conéctate con él y siente la energía del universo, sabrás que todos estamos conectados, somos eternos y comprobarás lo que decía Einstein: “El tiempo y el espacio solo son relativos”.